Los vecinos de Alicante amenazan con demandar al Ayuntamiento por no actuar contra el ruido.
Crean una plataforma con la que harán oír sus voces y advierten de que hay sentencias recientes que condenan a consistorios por su «inactividad».
Los vecinos del Centro Tradicional y del Casco Antiguo se han cansado de pedir por las buenas al Ayuntamiento que tome medidas para controlar la contaminación acústica que sufren. Unidos en la Plataforma contra el ruido de Alicante, han decidido pasar a la acción. Esta misma semana van a desarrollar una campaña para exigir al Consistorio que «deje de mirar hacia otro lado y cumpla con sus obligaciones» en la materia. Si no lo hace, aseguran, llevarán al Gobierno local ante los tribunales por dejación de funciones. Por «inactividad».
«Hay sobrada jurisprudencia previa. Sentencias que condenan a ayuntamientos que no hacen lo suficiente por garantizar derechos fundamentales como la salud y la intimidad, que se ven violados por los efectos perniciosos de la constante exposición al ruido», asegura María Fernanda Castañón, presidenta de la plataforma.
Como ejemplo, una muy reciente, la que condena al Ayuntamiento de Castelldefels por «haber lesionado con su inactividad los derechos fundamentales» de los vecinos por el excesivo ruido de los chiringuitos de playa. Sentencia que se conoció hace apenas dos semanas y que se produjo a instancias de una denuncia presentada por la Asociación de Vecinos del barrio del Baixador del municipio catalán.
La Plataforma contra el ruido de Alicante confía en poder solventar el problema sin tener que llegar a los tribunales, pero entiende que «en ocasiones no queda otro remedio». Instan al Ayuntamiento a «hacer lo correcto y dejar las vueltas que está dando». A su juicio, hacer lo correcto es «fácil». Se trata «de cumplir las leyes, que son suficientes». Pero, advierten, «no lo están haciendo». Mantienen, dicen, «una desmesurada concentración de locales de ocio en el Centro y el Casco Antiguo, que además no respetan los reglamentos y leyes en vigor».
Decepcionados
Y es que ya no se fían de las palabras del tripartito. «Pensábamos que las cosas iban a cambiar con el nuevo Gobierno, pero al final solo asistimos a una confirmación o incluso degradación de la situación de ruido insoportable que vivimos», apunta Daniel Kratzer, presidente de la asociación Laderas del Benacantil, una de las que integran la plataforma.
Así, indica que en noviembre tuvieron ocasión de exponer en el Pleno sus consideraciones y que en diciembre se les invitó a la mesa sobre veladores, en la que creían que «se tendrían en cuenta al menos algunas de nuestras propuestas para reducir el ruido». Sin embargo, meses después, «no ha cambiado nada, si no es a peor», indica Kratzer.
Lamentan que el tripartito llegó al poder «prometiendo que haría cumplir las ordenanzas, que siguen sin cumplirse, y planes contra las zonas saturadas, que no se han aplicado». Una situación de la que culpan al alcalde, Gabriel Echávarri, del que dicen que «se ha volcado completamente con los hosteleros y no ha continuado con el diálogo que se inició». A su juicio, «se les está dando un claro trato de favor».
Tampoco se han puesto en marcha, apuntan desde la plataforma, las mediciones de ruido comprometidas. «Una de las principales conclusiones en la que coincidimos todos en la mesa de veladores era que había que hacer mediciones profesionales de los niveles de ruido, para tener datos concretos en los que basarse», explica Kratzer. «El Ayuntamiento se comprometió a ello. Es su obligación, pero meses después ni siquiera las han presupuestado», añade.
Concentración y firmas
Por eso, iniciarán esta semana una campaña, que incluye una recogida de firmas «para que se cumpla la ley». Mañana, que es el Día Internacional de Concienciación contra el Ruido, tienen pensado concentrarse delante del Ayuntamiento, con pancartas y camisetas de protesta. Lo harán a las 12.00 horas, que es cuando se han convocado a nivel internacional minutos de silencio para ponerlo en valor en contraposición con el ruido.
Aprovecharán entonces para entregarle a las autoridades un informe que han elaborado sobre la situación y con propuestas de mejora. Además, el sábado colocarán una mesa informativa en la Rambla para «explicarles a los vecinos las vías que tienen para denunciar la situación que soportan».
La plataforma, dicen, nace para que los afectados «se hagan oír» y logren juntos una solución. Entre otras, proponen la limitación de horarios de veladores y la suspensión de licencias para los locales con música para reducir la saturación.
Hay que recordar que movilizaciones similares fueron las que lograron hace unos años que se declarase el Casco Antiguo Zona Acústicamente Saturada. Una medida que, critican, «tampoco se respeta, dado que no se conceden licencias de actividad, pero sí de terrazas para locales con música, lo que supone una contradicción».